miércoles, 28 de marzo de 2007

Confinada a la ausencia de tu imagen



Confinada a la ausencia de tu imagen, temo. Dejame traerte desde el lecho silente del recuerdo y aromarte con flores y animarte con velas. Te extraño como si estuvieras muerta. Desterrada de tu boca hago páramos donde crecen las piedras del olvido y la brisa te va alejando lentamente y acariciás la memoria que me tiene. Te extraño como si tuvieras alas. Dejame escanciar el deseo sobre la urdimbre de tu piel y coronarte de besos. Ya nada te trae hasta aquí, el viento te arranca de la estéril tierra de mi pecho. Te extraño como si estuvieras muerta. Como si no hubiera retorno y el pasado se sepulta en la velada de tu cuerpo. Te extraño como si estuvieras muerta. Y alguien se lamenta y te llora y lo niega todo porque no puede ser cierto. Alguien se viste de luto y te lleva crisantemos y te contempla dormida entre mortajas y te arrulla con canciones y se apena porque debe mentirse. Alguien se arroja sobre el piso de mi alma desconsoladamente y repite tu nombre en la congoja y no tiene consuelo y le piden que siga.
V. Z.

No hay comentarios: