Esta no es la
poesía que hubiera querido
pero, una vez
más, la heladera está vacía.
Una vez más,
alguien golpea a la puerta para vender y comprar algo
porque aquí
todo tiene su precio.
Acá los
pájaros mueren de hambre y uno se enferma
y yo busco
una palabra, un ala de pájaro muerto, el precio de este desgano
busco la
forma en que pueda caer tranquila,
aunque la
heladera y la vida estén vacías
aunque los
mercaderes te traigan de nuevo:
pájaro
muerto, palabra anudada.
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