Para una máquina, la vida es
concreta, y el horizonte de la noche es finalmente un horizonte. Los días son
como las horas del mundo: fugaces estrellas apagándose en lo desconocido. El mecanismo de la noche se lleva bien con
las frías luces de los monitores y todo es finalmente un horizonte, un
horizonte. Un barco naufraga a la
medianoche por los bordes de mi cama y el concepto del mundo esfera; desaparece.
"Mecánica de la noche"
V. Zurano
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