Los mecanismos fundamentales son
sigilosos. Ese sutil funcionamiento de
lo imprescindible. Una hoja se desliza sobre la escarcha de la noche. Así sucede lo trascendente del mundo, pero
tus ojos no saben. Fui callada y
sigilosa; cómplice de un mareo que atascó las poleas del destino. No supe cómo estropear
lo inevitable: bajo el sonido helado de la noche, las inmóviles poleas
sostienen una dorada soledad.
Valeria Zurano
(Mecánica de la noche)
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