lunes, 22 de junio de 2009

OPERACIÓN CLARIDAD


Operación Claridad fue editado por Ediciones Ramos Conspira en Junio de 2009, en Buenos Aires.
Este libro ha obtenido una mención en el II Concurso Todo Poético 2009.
Se encuentra disponible en versión pdf para bajar el libro completo en la dirección:


A modo de Prólogo o Introducción sobre Operación Claridad



No es de mi agrado esbozar una especie de prólogo o suerte de introducción explicando lo que uno mismo escribe, sin embargo, estas palabras tienen la certera intención de reivindicar la memoria de la infancia. Ésa que a veces es cuestionada o puesta en duda por el mundo de los adultos. Como si los adultos fueran los únicos capaces de atesorar recuerdos veraces. Es más, los acontecimientos y las percepciones que se consolidan en la infancia forman parte de los mitos indispensables para la construcción de un ser reflexivo, capaz de construir un diálogo interior rico y auténtico. Si la memoria estuviera liberada de compuertas y represiones podríamos ir más allá del recuerdo, tal vez, llegar a ese espacio donde el tiempo no existe.
Visitar el pasado nos permite encontrar respuestas sobre preguntas que se enuncian en el presente. El tiempo pertenece a los niños, justamente porque es la etapa de nuestras vidas en la que menos conciencia y formulación tenemos de él.
El psicólogo alemán Carl G. Jung, dice: “El tiempo es un niño que juega como un niño. Yo soy uno pero contrapuesto a mi mismo, soy joven y viejo al mismo tiempo...”

En este libro emprendí el viaje de la remembranza. Es decir, que no sólo invoqué el pasado, sino que viajé hacia él, fui a su encuentro y permití que también él se desplazara hacia mí.
La memoria de aquellos momentos es fidedigna, probablemente porque la sensibilidad de un niño es diáfana, y goza de cierta despreocupación en cuanto a obtener algún interés provechoso de los hechos.
Inevitablemente el tiempo hace lo suyo, la memoria termina sufriendo ciertos desgastes naturales, sin embargo, hay una reminiscencia innegable que está unida por fuertes cuerdas al espíritu. La poesía es uno de los caminos para refrescar y recobrar los tiempos que algunas veces parecen postergarse.

En los días de mi niñez, mis padres y yo, vivíamos en un pueblo llamado Sierras Bayas, ubicado en la Ciudad de Olavarría, al Sur de la Provincia de Buenos Aires. Allí, la mayor parte de las personas trabajaban en la producción de cemento. La fábrica dividía a la población en sectores. Nosotros vivíamos en el sector bajo de la ciudad, desde ese lugar pude comenzar a construir mi propia casa, enlazada con el juego y la inocencia de la infancia, las distintas percepciones, la manera consternada de mirar a los otros.

Después, regresamos a la Ciudad de Buenos Aires. Una tarde jugábamos con un primo en las calles de la casa de mi bisabuela, espiábamos por las rendijas del portón verde del Olimpo(1), teniendo un conocimiento diferente sobre lo que sucedía, y desconociendo al mismo tiempo la exactitud de lo que ocurría en ese lugar. Mi primo temeroso me susurró al oído; “acá están matando a las personas”. En ese instante comprendí que mi conocimiento sobre la realidad estaba emparentado con el horror y la desesperación de ser apenas una niña ante situaciones terriblemente injustas.

La niñez transcurrió conjuntamente con el momento más aciago del país, por ende la construcción de este libro demandó un trabajo silencioso, donde fui hilando el pensamiento y la mirada translúcida de la infancia.
Recorrer esos túneles siempre es una cuestión de elección personal, la sensibilidad humana es complicada de codificar, para lo cual es necesario observar a cada persona como lo que es; un ser único, con un mundo único. El respeto y la verdad son valores indispensables para intentar comprender la heterogeneidad de la vida.
Siempre se trata de una elección personal. Una decisión que al abordarla puede entregarnos las llaves de lo profundo. Una decisión que si se evade nos condenará eternamente a permanecer en la comodidad de la superficie.


Valeria Zurano
Buenos Aires, Marzo de 2008.-


(1) "El Olimpo" fue un centro clandestino de detención ubicado al oeste de la ciudad de Buenos Aires, barrio de Vélez Sarsfield entre las calles Olivera, Ramón Falcón, Lacarra, Fernández y Rafaela. El centro tenía en la entrada un cartel que decía "Bienvenido al Olimpo de los Dioses. Los Centuriones". El centro sólo funcionó durante seis meses, desde agosto de 1978 a enero de 1979, sin embargo allí fueron alojados 700 detenidos de los cuales sobrevivieron solamente 50.

2 comentarios:

Leo Lobos dijo...

Con mis saludos Valeria he veido a dar una mirada -lectura, te dejó un abrazo afectuoso y fraterno desde Santiago de CHILE,

Leo Lobos

Valeria Zurano dijo...

Gracias Leo,un fuerte abrazo y nos seguimos encontrando.