sábado, 12 de mayo de 2007

El agua

El agua en la olla hierve. Mis manos y el frío. Te fuiste hace tiempo. La sal se consume. La cocina se hunde en vapores que suman la oscuridad que viene avanzando a través de la ventana. El agua en la olla hierve. Nada hay para echarle sólo esta tortuosa idea de saber que las horas se colman de imposibles. Te llevaste mis manos. La sal se evapora. Tengo toda la noche por delante. El agua en la olla hierve. Pienso en lo que tal vez estés pensando, pienso que a lo mejor te encontrás en un rincón oscuro pensando en mis ojos pensando esta ausencia pensando en esta incapaz necesidad de perdernos. No puedo perderte. No puedo dejar que tu distancia carcoma los huesos los días. El agua en la olla hierve. Para qué hierve. Para qué si aún no llegás. Para qué si los caminos no te anuncian. Te fuiste hace tiempo. Hace demasiado tiempo. Pienso que quizás tus brazos me esperan y no lo saben, que vas a otros brazos para olvidarme, que alguna razón te aparta y no lo decís, que te dormís cansada de esperar, que te pienso y me pensás y entonces nos pensamos en el mismo instante en lugares opuestos. El agua en la olla hierve. Para qué hierve si no es para marcar los minutos que pasan. Mis manos y el frío. La sal que se evapora. Las burbujas desesperadas bailan en la soledad que me tiene, el insomnio que me apresa, la invocación de tu presencia, el alma ensimismada. El agua en la olla hierve y no hay regreso. La sal que se evapora y se hace pena.

V. Z.

2 comentarios:

graciela dijo...

Las personas que se piensan,ya están hablando de otro modo,no necesitan las palabras,les sobran.Viajan hacia su centro,su casa que es su propio corazón abierto y allí encuentran al ser amado que es parte del milagro,de unir tierra y cielo.
Las distancias no pierden seres.
Los relojes no declaran imposibles a las posibles realidades.
Nosotros mismos somos los propios obstáculos al no rendirnos a vivir,sólo eso,vivir.
Como el ciclo del agua y las gotas se transmutan y siguen siendo gotas,no se puede perder lo que es parte de ese corazón.
Gracias escritora por hacernos despertar la inocencia y que confiemos en nuestro propio corazón para viajar hacia él,sin usar los cinco sentidos en buscar hacia afuera.La sangre es más que agua.Es torrente del sentir.El sentir que usted despierta y acelera.GRACIASSSSSSSSSSS.
Rosario,Mónica Salas

docentes de la escuela 100 dijo...

Estimada escritora Valeria,ya es parte en su decir de nuestro material didáctico.Felicitaciones.
Es admirable.ADELANTE.
Un honor.
Personal de la escuelita 100.Pcia.Sta.Fe